jueves, marzo 02, 2006

Los horóscopos

Como sabrás, yo soy de letras y no tengo potestad alguna para hablar de ciencias. Sin embargo, hay un fenómeno recurrente en la historia de la humanidad que persiste en nuestros días y me asombra: la superstición. Es muy posible que cuando abras alguno de esos periódicos gratuitos con los que nos bombardean hoy en día por las calles mires el horóscopo. Es muy posible también que sepas cual es tu signo zodiacal y te sientas identificado en parte o totalmente con las características que según los astrólogos presentan estos signos.

El primer argumento que te puedo dar en contra de la astrología es que sus predicciones y leyes están basadas en una visión del universo caducada desde hace más de tres siglos. La astrología basa sus predicciones en la posición del sol en el cielo, sin embargo, al producirse cambios en el calendario, se han producido desajustes en los horóscopos que los astrólogos no han incluido. Así por ejemplo, si crees que eres Sagitario porque has nacido el 21 de noviembre, ¡estás equivocado porque el sol está en Libra! Y si crees que eres Virgo, has vivido toda tu vida engañado porque eres Leo (espero que puedas soportarlo). Esto se debe a que en la época de Tolomeo se desconocía la precesión de los equinocios, y esto hace que lo que tú pensabas que era una marca de las constelaciones, no sea más que un convencionalismo.

El segundo argumento es de una lógica aplastante (o así espero que lo consideres tú también). ¿Cómo pueden los planetas influir en tu destino y tu forma de ser? Todos aprendimos en el colegio que la fuerza de la gravedad es directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cubo de sus distancias. Eso quiere decir que la influencia gravitatoria que pudo tener el médico que te trajo al mundo en ti es 200.000 veces mayor que la ejercida por el planeta o satélite más próximo: la luna. Si la influencia fuese del orden electromagnético, es decir, como afecta el sol a nuestro planeta (que afecta de forma evidente), tampoco valdría, ya que la influencia electromagnética de la lámpara del quirófano sería mayor.

Me resulta inquietante pensar que mi destino está regido por un médico y su lámpara.

Bibliografía:

http://www.geocities.com/CapeCanaveral/2352/porque01.htm

http://www.sindioses.org/escepticismo/ilusionastrologia.html

3 comentarios:

Kosmonaut dijo...

Aunque no creas en el horóscopo, podrías rellenar más cosas en tu perfil, para que te conociéramos un poco más... :o)

Anónimo dijo...

Física cuántica para torpes, de 9 a 10. Como mínimo sería curioso, aunque tratándose de un programa de la tele poco rigor podría esperarse.
Chorradas a parte, hay un grandísimo número de personas muy supersticiosa, que creen en la mística y tal, la mayoría porque no son capaces de explicar lo que ocurre o porque no aceptan no poder hacerlo; en cualquier caso el ser humano siempre ha tenido esa tendencia a buscar una explicación mágica a las cosas, ahí están las religiones.
Supongo que cuanto mayor sea tu nivel de superstición más burda es la mentira que te puedes tragar, llegando al nivel de creer en un horóscopo, algo a todas luces falso.

Kinderzimmer dijo...

Qué dificil es apartar de las creencias las simples supersticiones. Un día en clase, en medio de un examen me llevé un susto, porque una compañera que va siempre en minifalda a clase y escotazo (sí, de esas que en invierno no te explicas como es que no pasa frío, debe ser por la fe, y que te va enseñando el tanga te pongas donde te pongas) empezó a sacar estampitas de santos y vírgenes.