Hace unos meses tuve un enfrentamiento con mi profesora de Derecho Canónico acerca del papel de la iglesia (lo siento, no voy a escribirla con mayúsculas) en nuestra sociedad y cuanto nos cuesta la misma. Me temo que este enfrentamiento me ha costado el aprobado en la asignatura pero me ha dado un buen motivo para escribir este post (no hay mal que por bien no venga).
Resulta que en España, el Estado, a través de sus diferentes organismos (administración central, autonómica y municipal) aporta a la iglesia en torno a 586.000 millones de pesetas. Ante esta suma ingente, muchos diréis: "pero... pero... ¡si en los Presupuestos Generales no pone eso!" Efectivamente, en los Presupuestos Generales solo se prevee una partida de 21.700 millones de pesetas. Muchos católicos aseguran que la iglesia se financia con lo que los fieles aportan en su declaración, pero lo que los fieles aportan sólo suma 15.000 millones de pesetas (de los incluidos en los Presupuestos Generales), que se adelantan cada año a la iglesia de las arcas del Estado, redondeando al alza (hasta ocho millones de euros entres 2004 y 2005), redondeo que la iglesia no devuelve.
De estos 586.000 millones de pesetas, 100.000 van a la iglesia para pagar a los profesores de religión, de los cuales la mitad está en centros públicos. Has oido bien, el Estado no paga directamente a los profesores, deja que lo haga la iglesia, de tal forma que si un profesor pone los pies fuera del tiesto... Dejando fuera el debate de si la religión debe impartirse en los colegios públicos, ¿lo lógico no sería que el adoctrinamiento religioso lo pagase la iglesia? ¿Y por qué tenemos que pagar los profesores de religión de los privados o concertados?
Además de este medio billón de pesetas, hay que tener en cuenta las ayudas directas para el ingente patrimonio de la iglesia. Un ejemplo: en 1997 se le concedió a la iglesia una ayuda de 750 millones de pesetas para financiar la catedral de La Almudena en Madrid.
¡Pero es que además la iglesia tiene exenciones fiscales! Según una Orden Ministerial de 1988, están beneficiados con una exención de IVA para la adquisición de bienes al culto...
“…los adquirentes de los bienes sean la Santa Sede, la Conferencia Episcopal, las diócesis, las parroquias y otras circunscripciones territoriales, las Ordenes y Congregaciones religiosas y los Institutos de vida consagrada, sus provincias o sus casas”
Y no es el único privilegio, ni el más importante: tiene la iglesia una exención total del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y el de Sucesiones y Donaciones. Es decir, que la iglesia no paga ni un duro al Estado por los pisazos que tiene en el centro de cualquier capital. Y eso a pesar de que la Iglesia ha obtenido un beneficio de 62 millones de euros, sólo gracias a su patrimonio en el 2004.
Creo que para este post no hace falta conclusión, la pones tú.
Fuentes:
1- Presupuestos Generales del Estado
2- Rodrigo Blazquez
3- Juan G. Bedoya (el País)
4- Europa Press
lunes, marzo 06, 2006
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3 comentarios:
Muy bien, Niño. Sólo una precisión: da igual que les pongas la mayúscula o no, de hecho, si que son muy importantes, como tu explicas. Por lo demás, los curas de parroquia y los profes de religión son unos pringadillos, no "La Iglesia",ellos reciben nuestras críticas y un sueldo de mierda. Los que se aprovechan, ni si quiera nos escuchan.
Yo comprendo que mucha gente se gana el sueldo con la enseñanza de la religión, pero aún así creo que la fe no tiene lugar en las escuelas. En las escuelas ciencia y cultura, en el templo creencias.
totalmente de acuerdo.
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