Entro en clase y pasa una mujer de piel de ébano, seguida de otras dos. En una esquina, tres chicas de piel oscurísima hablan. Me froto los ojos, es muy temprano por la mañana y quizás me he equivocado y he ido a la sección para estudiantes extranjeros metiéndome en las clases de Guinea ecuatorial, pero no, son ellas: mis compañeras del día a día. Huele a solarium. Orgullosas, llevando el mínimo de ropa posible para lucir su nuevo color de piel, desfilan como si fuesen diosas africanas; quieren creerlo, pero... ¿Saben lo que están haciendo con su piel?.
Me pica la curiosidad, ¿a tí no?. Internet es un sitio fantástico para descubrir información si sabes distinguir lo que es información de lo que es publicidad, así que pongo en el google: rayos uva. Parece ser que la cosa está bastante clara, todas o casi todas las páginas, incluso las de belleza, alertan contra sus efectos.
Los ultravioleta se dividen según su longitud de onda: los UVA (los de mayor longitud), los UVB (longitud media) y los UVC (de pequeña longitud). Los UVA son los utilizados en los centros de belleza, en los solariums, en esas máquinas espantosas donde te tumbas para conseguir el bronceado tan deseado, pero sus efectos en la salud son terribles:
En la piel, provoca envejecimiento prematuro (la diferencia entre una zona bronceada y una zona protegida puede ser de treinta años), daños a nuestro ADN y un posible cáncer. De hecho, a partir de las cincuenta sesiones anuales tienes un cáncer asegurado. A partir de las 20 sesiones anuales estás comprando muchos boletos. El cuerpo para evitar la agresión que le supone los rayos UVA hace que la piel reaccione, intentando protegerse, y aumente su pigmentación, lo que provoca el bronceado. Es decir, el bronceado no es más que una reacción a la agresión solar.
En los ojos la cosa no se queda corta tampoco. La radiación aumenta las posibilidades de cataratas, por ejemplo, y otras enfermedades o afectaciones de nombres indescifrables.
Y los dermatólogos parecen tener las cosas claras: las cabinas de rayos UVA no son seguras. Ninguna. ¿Por qué sacrifican su salud? ¿Acaso no son conscientes del daño que provocan estas cabinas?
Me pica la curiosidad, ¿a tí no?. Internet es un sitio fantástico para descubrir información si sabes distinguir lo que es información de lo que es publicidad, así que pongo en el google: rayos uva. Parece ser que la cosa está bastante clara, todas o casi todas las páginas, incluso las de belleza, alertan contra sus efectos.
Los ultravioleta se dividen según su longitud de onda: los UVA (los de mayor longitud), los UVB (longitud media) y los UVC (de pequeña longitud). Los UVA son los utilizados en los centros de belleza, en los solariums, en esas máquinas espantosas donde te tumbas para conseguir el bronceado tan deseado, pero sus efectos en la salud son terribles:
En la piel, provoca envejecimiento prematuro (la diferencia entre una zona bronceada y una zona protegida puede ser de treinta años), daños a nuestro ADN y un posible cáncer. De hecho, a partir de las cincuenta sesiones anuales tienes un cáncer asegurado. A partir de las 20 sesiones anuales estás comprando muchos boletos. El cuerpo para evitar la agresión que le supone los rayos UVA hace que la piel reaccione, intentando protegerse, y aumente su pigmentación, lo que provoca el bronceado. Es decir, el bronceado no es más que una reacción a la agresión solar.
En los ojos la cosa no se queda corta tampoco. La radiación aumenta las posibilidades de cataratas, por ejemplo, y otras enfermedades o afectaciones de nombres indescifrables.
Y los dermatólogos parecen tener las cosas claras: las cabinas de rayos UVA no son seguras. Ninguna. ¿Por qué sacrifican su salud? ¿Acaso no son conscientes del daño que provocan estas cabinas?
4 comentarios:
Me gusta mucho tu blog. Está bien tratar no solo bnales y que estén abiertas a opiniones de todo tipo. Concretamente este último quiero decir qque a mi las chocoviejas pijas me dan pena pues creen que se verán mejor y terminarán siendo viejas y posiblemente muretas o enfermas. Suerte chicas¡¡ Un saludo al Postmaster k es rebuenagente.
Fashion isn't the only explanation, people are not good decision makers. (Anyway there are much more worthy and pleasant ways of getting skincancer, like going to the beach and actually get some sun.)
Yeah, but if you go to the beach you can protect yourself more or less, and be much more careful.
true. and it also has the bonus of having a real view, real sounds, water, waves, sand... a few good surfers now and them... children laughing, playing and running all over the place... :)it's perfect really!
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