¿No te has preguntado nunca a qué juegan esos tipos que están en la bolsa completamente exaltados con decenas de papeles entre manos y tres teléfonos a la vez? ¿Te has preguntado como pueden vender y comprar acciones y saber si van a subir o bajar?
Una acción es una participación en una empresa. Normalmente las empresas llegan a un punto crítico en el que para expandirse necesitan mucho, mucho, mucho dinero, y para ello sacan participaciones de la empresa. Si tienes una parte de la empresa cuando se repartan beneficios tendrás derecho a ellos, y gracias al dinero que has aportado en la compra de una empresa, esta podrá crecer y expandirse. Hasta ahí... es un juego de niños. ¿Pero por qué los precios de las acciones suben y bajan de esa forma? Eso es pura ley de mercado: oferta y demanda, la pregunta no es esa, la pregunta es ¿Por qué hay tanta demanda de unas acciones y tanta oferta de otras? En ocasiones, el precio de las acciones puede sumar hasta el triple de los activos físicos de una empresa, como es el caso de Microsoft. Los activos físicos de una empresa son los elementos físicos que la componen: edificios, coches, maquinaria, mobiliario, ordenadores...
Resulta que el valor de una empresa se mide por los activos materiales, pero también por los activos inmateriales, que en ocasiones son los más importantes. Y tú te preguntarás ¿Cómo puede valer más algo que físicamente no existe? Pues sí. De hecho, muchas empresas se empiezsan a desprender de sus activos físicos. La marca de pantalones Levies, esos pantalones carísimos que tienes en el armario, no tiene ni una sóla fábrica de pantalones. Levies se limita a mandarles un diseño y a estampar su sello en ellos. Si compras cualquier producto de Apple, verás que viene marcado: "assembled in China, designed in California". Lo importante no es donde lo han hecho, lo importante es donde lo han diseñado.
Las empresas más modernas destinan su producción a terceros países. Eso para occidente no es un problema, se pierden a corto plazo algunos puestos de trabajo, muchos incluso, ¿pero qué más da lo que digan algunos obreros? De hecho, hoy en día, la producción es lo que produce menos beneficios, ya que como un directivo de la marca Puma reconoció una vez en televisión, que si bien es cierto que la producción se destina a países en "vías de desarrollo", el 80% de la plusvalía del producto permanece el país desarrollado.
Hace un año vi un anuncio genial. En él, una persona estaba en un stand en el que no había nada. Se acercaba una chica y le decía:
-"¿Tú qué vendes?
-"nada"
-"¿Cómo vas a vender a nada?"
-"Hoy en día la gente llena sus casas de objetos sin sentido. Nosotros vendemos un poco de nada. Es el regalo de cumpleaños perfecto, ni siquiera ocupa espacio"
Pues eso: las empresas han aprendido que los consumidores pueden hartarse de los productos, pero que siempre seremos consumidores de ideas y sentimientos, y han decidido vendernos eso. Les sale más barato.
domingo, mayo 07, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario