viernes, octubre 05, 2007

Interesante entrevista

Muy interesante me ha parecido la entrevista de ayer realizada al ex-dirigente de la banda terrorista ETA, la cual demuestra una serie de cosas: primero, que los terroristas se pueden rehabilitar. Segundo: que a ETA se le da más bombo del que se merece. Tercero: que el apoyo a los independentistas vascos y catalanes no es más que un complejo de la izquierda española. No se confundan: sigo opinando que si los catalanes y vascos, o los que sean, desean la independencia, hay que concedérsela: es el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos, pero eso no significa que sea una petición justa.

¿ETA está acabada?
Sí. ETA son cuatro tíos y un tambor para hacer mucho ruido. ETA no tiene doctrina, sólo odio. La ETA que nosotros fundamos creía en un ideal y en una patria. Nuestra doctrina era Euskadi, pasábamos del marxismo.

¿Cómo ha valorado la última negociación entre el Gobierno y ETA? ¿Al parecer ésta era la verdadera oportunidad de paz?
Soy un desengañado de la política. Todo ha sido una comedia. Ya no me considero vasco ni nacionalista. No tiene sentido, soy un ciudadano del mundo.

¿ETA dejará las armas?
No lo sé, me preocupa la juventud vasca. Para muchos ETA es una atracción, un poder psicológico. Hay que tener en cuenta que, si no hubiera existido ETA, el País Vasco estaría ahora con el mismo nivel de autonomía. El nacionalismo es un engaño. La independencia ahora no tiene sentido ni posibilidad.

Las últimas operaciones policiales han demostrado que ETA sigue teniendo fuerza.
Los medios le dais más fuerza de la que tiene. Sus manuales de armas y explosivos fueron escritos por mí, con algunas sofisticaciones que han incluido. ETA está acabada militarmente.

¿Tiene futuro el plan soberanista de Ibarretxe?
Ibarretxe es un tonto del haba. Si ahora hubiera ese referéndum, la sociedad vasca diría que no. Su plan es una chorrada. El PNV no ha sido independentista en su vida. El PNV es una oligarquía sumergida, un aparato económico que no tiene ni doctrina ni líderes.

Su relación con el PNV no es muy buena.
Soy muy crítico con ellos y con su corrupción. Ellos me vinieron a pedir ayuda cuando se mascaba el golpe militar a finales de los setenta. Con mis armas les ayudé a crear el M-35, un grupo de guerrilleros de élite cuya misión era tomar Euskadi en 48 horas si se producía el golpe. El PNV lo tenía todo preparado, pero cuando el golpe fracasó, ya no les hice falta. Junto con el PP me cerraron el museo de ETA que quise abrir en 2004.

¿Se arrepiente de su pasado etarra?
No, porque luchábamos por la libertad y contra la dictadura. Entonces éramos jueces y verdugos. Aunque fui el jefe militar de ETA durante cuatro años, no tengo delitos de sangre. Y eso que he tenido guardias civiles de rodillas implorando por su vida. Me di cuenta de que ninguna ideología se merece la muerte de una persona.

Ahora es inventor.
Sí, me han elegido inventor de 2007. Ya tengo ocho patentes. Cuando era malo diseñé metralletas, pistolas, bombas, incluso un rifle Winchester, a lo Pancho Villa. Ahora quiero ayudar a la gente y, por ejemplo, estoy trabajando en un vehículo que ayude a la desactivación de minas. No para uso militar, sino civil.


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