Hace unos meses en un comentario, una lectora (creo recordar que fue naan) dijo que tenía curiosidad por saber qué opinaba sobre el sistema educativo español, y hoy que tengo ganas de hablar de ese tema puedo decir sin tapujos que es una mierda anquilosada. No soy pedagogo (hay tantas cosas que no soy...), pero soy hijo de profesores de instituto (los dos), mi tio fue inspector de enseñanza, hasta hace cuatro años era alumno de instituto y ahora soy universitario, mi hermana ha sido alumna hasta este año... así que se puede decir que el problema no me es ajeno. Y como no me gusta criticar sin decir que hay alternativas o que creo que las hay, pues aquí van. Trataré de explicar lo que para mi son los problemas que acucian el sistema punto por punto:
Para empezar, y mucho se ha hablado de ello, hay una pérdida de disciplina por parte del alumnado. No se trata de crear esclavos mentales ni nada parecido, pero son menores y no son responsables de sus acciones y no lo pueden ser porque no son maduros para ello. Si un alumno comete una barbaridad se le expulsa tres días del centro, y esto es un regalo para un alumno que no tiene interés en estudiar. Además, en ocasiones, estos alumnos forman parte de familias desestructuradas y si lo expulsas tres días más, va a pasar tres días más en un ambiente que no le es propicio. La única forma de conseguir que el alumno tema al castigo es el efecto contrario: pasando más horas en el centro. Si el alumno es "penado" con recibir horas extra de clase por parte de becarios matamos varios pájaros de un tiro: preparamos a los becarios, los alumnos son devueltos a la disciplina pues no querrán pasar más horas en el instituto de las necesarias, y además, y dado que lo más probable es que sean malos estudiantes, recibirán horas extras para que se pongan al día con sus compañeros.
Pero la disciplina no puede ser una tarea exclusiva de los profesores y hay que implicar a la familia. No es raro ver en los institutos a los padres quejarse del trato que se le da a su hijo cuando su hijo es literalmente un golfo o a suspendido 5 asignaturas. Los padres en vez de castigar a su hijo y pedirle explicaciones a este, le exigen explicaciones a los profesores. A los padres hay que informarles puntualmente, semanal o mensualmente de las faltas de asistencia de su hijo, de su mal comportamiento y de su rendimiento en clase. No basta con informarles cuando es demasiado tarde. Por otro lado hay que inculcar la importancia de la asistencia a clase a los padres. Recuerdo que cuando llegaba el Rocio, o los días no festivos de la feria, la mitad de la clase no iba. Incluso por ser el cumpleaños de algún compañero, los padres le permitían no ir a clase como regalo. ¿Qué clase de responsabilidad inculcamos? Las faltas no justificadas deben ser castigadas, y la mejor forma para concienciar a los padres es multarlos económicamente, pues al fin y al cabo la asistencia a clase es obligatoria. En algunos barrios de Sevilla el 40% de los niños faltan sistemáticamente a clase o no están escolarizados y eso debe acabar.
Para empezar, y mucho se ha hablado de ello, hay una pérdida de disciplina por parte del alumnado. No se trata de crear esclavos mentales ni nada parecido, pero son menores y no son responsables de sus acciones y no lo pueden ser porque no son maduros para ello. Si un alumno comete una barbaridad se le expulsa tres días del centro, y esto es un regalo para un alumno que no tiene interés en estudiar. Además, en ocasiones, estos alumnos forman parte de familias desestructuradas y si lo expulsas tres días más, va a pasar tres días más en un ambiente que no le es propicio. La única forma de conseguir que el alumno tema al castigo es el efecto contrario: pasando más horas en el centro. Si el alumno es "penado" con recibir horas extra de clase por parte de becarios matamos varios pájaros de un tiro: preparamos a los becarios, los alumnos son devueltos a la disciplina pues no querrán pasar más horas en el instituto de las necesarias, y además, y dado que lo más probable es que sean malos estudiantes, recibirán horas extras para que se pongan al día con sus compañeros.
Pero la disciplina no puede ser una tarea exclusiva de los profesores y hay que implicar a la familia. No es raro ver en los institutos a los padres quejarse del trato que se le da a su hijo cuando su hijo es literalmente un golfo o a suspendido 5 asignaturas. Los padres en vez de castigar a su hijo y pedirle explicaciones a este, le exigen explicaciones a los profesores. A los padres hay que informarles puntualmente, semanal o mensualmente de las faltas de asistencia de su hijo, de su mal comportamiento y de su rendimiento en clase. No basta con informarles cuando es demasiado tarde. Por otro lado hay que inculcar la importancia de la asistencia a clase a los padres. Recuerdo que cuando llegaba el Rocio, o los días no festivos de la feria, la mitad de la clase no iba. Incluso por ser el cumpleaños de algún compañero, los padres le permitían no ir a clase como regalo. ¿Qué clase de responsabilidad inculcamos? Las faltas no justificadas deben ser castigadas, y la mejor forma para concienciar a los padres es multarlos económicamente, pues al fin y al cabo la asistencia a clase es obligatoria. En algunos barrios de Sevilla el 40% de los niños faltan sistemáticamente a clase o no están escolarizados y eso debe acabar.
2 comentarios:
renfe si hace descuento a estudiantes con los bonos trimestrales del circular, por ej
Sí, hay bonos para transporte urbano pero para transporte nacional, si eres joven, necesitas el carnet joven que te lo da una empresa aparte del sistema. No hay descuentos con el carnet de estudiante universitario o con cualquier otro carnet.
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